gomeraactualidad.com/Rincon del Lector.- por Carmen González, Hadamadrina.
En los libros leí siempre, que Gara era la diosa de la fertilidad de la Gomera, ver esculturas de barro con su símbolo hechas por las alfareas de Chipude, es ya el reflejo de que este arte del
trabajo del barro no se puede olvidar. Igual que la fertilidad, este tipo de artesanía se perpetuará, a lo largo de los siglos. Y es que es así, lo auténtico permanece y ello es sabido a través de estas fotos con historia, la historia del barro en las Islas Canarias.
Si vamos al Wilkilpedia ahí está la referencia ancestral:
..” Todavía se puede contemplar a mujeres artesanas del barro mazapé o loceras que elaboran piezas de cerámicas, idénticas a las que utilizaban los aborígenes, sin torno, ayudándose únicamente de cantos rodados y pequeños instrumentos de madera...”
Así se refieren al barro en las paginas promocionales de artesania españolas
..” La artesanía es otro aspecto de la isla que no ha sufrido cambio alguno en su elaboración desde los tiempos de los aborígenes. Diversa y funcional destaca la cerámica realizada sin torno, con barro arena y almagre, materiales que principalmente se encuentran en las zonas de medianías y que dan fruto a hermosas tallas de agua ollas de ordeño y braseros. ..”
Y me atrevo a rescatar de un artículo de Pellagofio.com, de Yuri Millares, porque vale homenajear a esas mujeres gomeras que tanta historia hacer perdurar con sus manos.
...“Se cambiaban tres almudes de papas por una talla”
Rufina González Niebla sitúa su herencia artesana en las manos de su madre, Guadalupe Niebla, aunque se remonta más atrás al explicar la tradición familiar que ella recuerda practicar a su abuela Nazaria. En el marco de una humilde casa (la alfarería era practicada antaño en las islas por las familias más pobres), su madre fue la última representante de una tradición que ocupaba a muchas mujeres en El Cercado y enlazaba con las prácticas más antiguas de este oficio. “Yo pequeña, había muchos hornos por ahí, pero se cayeron todos porque la gente dejó la cerámica”, explica. El oficio, no obstante, se sigue practicando aún gracias a las ventas que tienen unos objetos que ya no se fabrican para el uso diario doméstico, sino como testimonio etnográfico de una cultura popular que adorna rincones del hogar de isleños y turistas.
“Antes íbamos por todos los pueblos. Una hermana mía, que es mayor que yo, anduvo toda La Gomera con mi madre. También yo, pero más tarde. A San Sebastián yo no fui, iban mis hermanas. Fui mucho a Hermigua, a Valle Gran Rey, a Alojera. Caminando”, relata, insistiendo en la última palabra que ha pronunciado. Porque los tiempos en que hacían tallas para el agua, tarros para ordeñar las cabras, tapacetes para hacer aguardiente, braseros para calentar la habitación donde se vivía, ollas para guisar la leche y el suero, lebrillos para amasar el gofio (todo ello piezas indispensables en la vida cotidiana), la venta se hacía directamente de puerta en puerta, de pueblo en pueblo
Caminando y descansando
“Cuando iban a vender la cerámica se estaban dos días”, sigue explicando Rufina las andanzas familiares, con la loza de barro a cuestas, “porque iban por la mañana y se estaban todo el día caminando y descansando, con cuidadito con la cerámica por ahí para allá, descalzas. Llegaban por la tarde, vendían en la tarde y en el otro día. Dormían allí, en el suelito nos dejaban quedar en las casas con una mantita. No había pensiones ni nada con qué pagar. En San Sebastián no me acuerdo si había pensiones, si había era para la gente rica”.
El medio de transporte eran las propias piernas y las piezas se colocaban, en un delicado equilibrio, sobre la cabeza, además de envueltas en paños y alforjas. Eso le trae a la memoria una de las muchas anécdotas a propósito de ello y de los habituales accidentes que terminaban con bernegales y ollas, hechos añicos, en el empedrado de algún camino.
“Yo fui una vez con una mujer y mi madre a Hermigua. La mujer [era] de la edad de mi madre. En las pasadas de Hermigua se cayó aquella mujer porque no podía pasar los barrancos”, comienza el relato, que sitúa entre cauces por los que el agua corría de modo permanente y movía muchos molinos de gofio. Rufina tenía 15 años y esta historia ocurrió en 1954. “Iba esa mujer muy cargada con alforjas, con un tostador aquí y otro atrás, que eran grandes, y las de la cabeza”.
Al llegar a uno de los cauces, cerca del pueblo que cita, “había unas piedras así como echadas y el agua pasaba entre medias. Mi madre y yo pasamos por las piedritas, que sólo llevábamos lo de la cabeza y mi madre un paño en el brazo con los tiestos de café. Entonces le dice a mi madre [aquella otra mujer]: ‘Ay, yo no puedo pasar el barranco, me tengo que meter al agua’, porque iba muy cargada. Se metió al barranco, el pie le bailó en una piedra que estaba toda limosa del agua, se cayó en medio del barranco y rompió todo lo que llevaba”.
La pobre mujer se quedó, dice, “llorando y tormenteando”, aunque continuó el camino hasta Hermigua con ellas. “Mi madre le dio un pizquito de café para que lo vendiera y a la mujer en las casas le daban gofio, judías, papas y eso trajo, que les contó cómo había rompido todo”. La venta de la loza se hacía a cambio de dinero, pero también se practicaba el trueque y a veces volvían igual de cargadas, pero con sacos de papas y otros alimentos en la cabeza. “Me acuerdo que entonces los tostadores se vendían a diez pesetas; las tallas grandes a doce pesetas. Y cambiadas por papas no me acuerdo los kilos que eran. Se cambiaban tres o cuatro almudes de papas por una talla”.
G/Ac: Articulo y fotos remitidos a esta redacción por Carmen González
1 comentarios:
Antes de nada saludar a todos los lectores de esta Web y felicitarte a ti Carmen por el articulo y las fotos, ya te echaba de menos en la sección del lector, aunque yo he de comentarte que hace tiempo que no escribia, he estado un poco enfermo pero ya estoy algo mejor....Lo dicho Felicidades por el articulo.
Antonio Hernandez..Arona Tenerife
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, en breve nos haremos eco del mismo y procederemos a su publicación, si la redacción de este medio lo cree oportuno.
Normas de uso (Aviso legal)
Recuerda que son opiniones de los usuarios y no de Gomeraactualidad.com
G/A.com se reserva el derecho a eliminar aquellos comentarios que por su naturaleza sean considerados contrarios a la legislación vigente, ofensivos, injuriantes o no acordes a la temática tratada.
Gomera Actualidad