Gomeraactualidad.com/Canarias.-En su mensaje de Año Nuevo, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero ha hecho un llamamiento a la sensatez y aldiálogo para afrontar el próximo año que ahora comienza. "De la mano de sindicatos, empresarios y demás interlocutores sociales vamos a seguir trabajando duro. Y lo vamos a hacer con la madurez que, ahora más que nunca, las circunstancias requieren", dijo el presidente esta noche en el mensaje grabado en el Gran Telescopio Canarias, en el Roque de Los Muchachos (La Palma), un discurso que les hemos ofrecido en Gomeranorte.Radio FM 106.2.
Paulino Rivero en su mensaje quiso anunciar un comienzo de año con optimismo, un mensaje que a continuación les ofrecemos de forma textual:
Quisiera aprovechar un día tan especial para invitar al optimismo, a la confianza. A mirar hacia delante. Con la cabeza bien alta.
Sintiéndonos orgullosos de estar plantando cara a unos meses tan difíciles “con responsabilidad, entereza y coraje”.
Sintiéndonos orgullosos de estar plantando cara a unos meses tan difíciles “con responsabilidad, entereza y coraje”.
Corren tiempos duros, es verdad.
Pero los canarios avanzamos ya, con paso firme, hacia el final de esta crisis que tanto daño está haciendo a tantas familias.
No será fácil, pero lo vamos a conseguir.
A pocas horas de que 2010 toque a la puerta, les garantizo que hay razones para creer en nuestro futuro.
En un futuro cargado de la modernidad y el progreso que simboliza este Gran Telescopio Canarias. Un futuro que los canarios nos estamos ganando a pulso. Que está, y debe estar, en nuestras manos. Que debemos construir teniendo los pies en el suelo, pero sin renunciar a tocar el cielo con un modelo económico equilibrado, razonable y realista.
Los canarios tenemos capacidad y talento de sobra para recorrer un viaje que ya hemos empezado. Un camino que nos acerca, día a día, a una mayor justicia social, al objetivo de que todos los canarios disfrutemos de idénticas oportunidades.
Con la mirada puesta en 2010, como presidente de Canarias reitero esta noche un llamamiento a todos los agentes sociales e instituciones. Un llamamiento a la sensatez. Al diálogo. Al entendimiento. A la voluntad de colaboración que la sociedad reclama.
Los canarios quieren estabilidad, soluciones y cercanía. No les vamos a fallar.
De la mano de sindicatos, empresarios y demás interlocutores sociales vamos a seguir trabajando duro. Y lo vamos a hacer con la madurez que, ahora más que nunca, las circunstancias requieren.
La confrontación no es el camino. La crispación, lejos de ser la solución, es parte del problema.
Ahora que discrepancias aparentemente insalvables enturbian la política estatal, desde Canarias abanderamos que otro camino, el del diálogo, es necesario.
Hemos demostrado, con hechos, que los grandes acuerdos son posibles.
Así ha ocurrido con el trabajo conjunto que estamos llevando a cabo con el Gobierno del Estado; con la firma en Canarias del Pacto Social por la Economía y el Empleo; o, entre muchos otros, con el importante acuerdo alcanzado con cabildos y ayuntamientos.
No es tiempo de reproches, sino de soluciones. Trabajamos para ofrecer respuestas a los ciudadanos.
Aquí, en las Islas, hemos demostrado, con hechos, que esa tercera vía de diálogo, colaboración y acuerdos con sindicatos y empresarios es posible, y así lo hemos defendido recientemente ante el Gobierno del Estado y todos los presidentes autonómicos.
Lamentablemente, España es, hoy por hoy, el país que más empleo destruye de toda Europa. Pero, ante esta realidad, arremeter contra el Gobierno del Estado no es la receta que la situación requiere.
Hay que mirar hacia delante, y pedir que interlocutores sociales y partidos políticos coloquen la creación de empleo por encima de cualquier otro interés.
Y porque en Canarias lo hemos conseguido, estoy convencido de que lejos de la confrontación la tercera vía de los grandes acuerdos es posible.
Con esa vocación hemos trabajado en 2009, y así seguiremos durante el próximo año; un 2010 que nos traerá un primer semestre con claro acento europeo.
No se nos escapa que en las Islas algunos colectivos han optado por las movilizaciones. Gobierno y sindicatos compartimos plenamente el compromiso de garantizar la calidad de los servicios públicos sin subir los impuestos.
A la vista está, nos une más de lo que nos separa.
Por eso les animo a plantar cara a la crisis, no en la calle, sino en las mesas de trabajo.
Otros gobiernos han subido los impuestos: nosotros, ni lo hemos hecho, ni lo vamos a hacer.
Como la inmensa mayoría de los empleados públicos, creemos que se impone el realismo y, sobre todo, la corresponsabilidad. Por eso, aún con menos recursos, todos estamos trabajando para ofrecer más y mejores servicios.
La crisis está castigando a las economías familiares, al pequeño y mediano comercio, a los autónomos. Pero también a los ayuntamientos, a los cabildos y al Gobierno. De ahí que debamos volcarnos en afrontar la situación de la mano, y no a manotazos.
Seguiremos siendo flexibles en nuestras relaciones con agentes sociales y corporaciones locales, pero, eso sí, tremendamente firmes en la defensa de los recursos públicos, exigiendo justicia a la Justicia, respetando y exigiendo respeto.
Un año después, estamos un año más cerca del final de la crisis. Doce meses después, la agenda del Gobierno sigue volcada en las cosas que más nos preocupan: que se incremente la posibilidad de encontrar trabajo estable -o de no perderlo-; que los chicos reciban una formación que les abra las puertas a un empleo; que las familias con menos recursos tengan más fácil el acceso a una vivienda, o para mejorar la que ya tienen, o que cada vez haya que esperar menos para ser atendidos por la sanidad pública. Poder movernos por las Islas a precios más razonables, y sin ser los canarios quienes “paguemos los platos rotos” de la conflictividad en los aeropuertos.
En definitiva, doce meses después, las prioridades no han cambiado porque tampoco han cambiado las principales preocupaciones de los dos millones de ciudadanos que, dentro y fuera de nuestro Archipiélago, dan vida a este proyecto en común que protagonizamos los canarios de todas y cada una de las islas.
A todos, y especialmente a quienes han sido golpeados durante este último año por la violencia en cualquiera de sus despreciables manifestaciones, les hago llegar nuestro apoyo.
A quienes un año después siguen esperando noticias de aquellos que un día desaparecieron, de corazón les aseguro que no los olvidamos.
A todos, y especialmente a los vecinos de Tasarte, Fuencaliente o Mazo, y de otros municipios que han vivido un año especialmente difícil, quisiera trasladarles entereza e ilusión para afrontar un 2010 que puede ser como lo hemos soñado.
Sueños que tienen mucho que ver con este Gran Telescopio que desde La Palma mira al mundo, y hace que el mundo entero ponga sus ojos en la Canarias del siglo XXI.
Una realidad, la Canarias emergente, que no es un éxito de éste o aquel Gobierno, sino de quienes cada mañana, cada día, poniendo lo mejor de sí mismos hacen que Canarias avance, y que veamos nuestro futuro con la misma claridad con la que desde aquí pueden verse las estrellas.
Estamos haciendo juntos el camino en unos tiempos verdaderamente difíciles.
Contra viento y marea, estamos haciendo juntos el camino hacia un futuro que ya está aquí.
Esas dificultades, lejos de separarnos, nos están fortaleciendo y uniendo mucho más.
Créanme que vamos a trabajar duro para que 2010 sea como todos lo soñamos.
Feliz año.
Pero los canarios avanzamos ya, con paso firme, hacia el final de esta crisis que tanto daño está haciendo a tantas familias.
No será fácil, pero lo vamos a conseguir.
A pocas horas de que 2010 toque a la puerta, les garantizo que hay razones para creer en nuestro futuro.
En un futuro cargado de la modernidad y el progreso que simboliza este Gran Telescopio Canarias. Un futuro que los canarios nos estamos ganando a pulso. Que está, y debe estar, en nuestras manos. Que debemos construir teniendo los pies en el suelo, pero sin renunciar a tocar el cielo con un modelo económico equilibrado, razonable y realista.
Los canarios tenemos capacidad y talento de sobra para recorrer un viaje que ya hemos empezado. Un camino que nos acerca, día a día, a una mayor justicia social, al objetivo de que todos los canarios disfrutemos de idénticas oportunidades.
Con la mirada puesta en 2010, como presidente de Canarias reitero esta noche un llamamiento a todos los agentes sociales e instituciones. Un llamamiento a la sensatez. Al diálogo. Al entendimiento. A la voluntad de colaboración que la sociedad reclama.
Los canarios quieren estabilidad, soluciones y cercanía. No les vamos a fallar.
De la mano de sindicatos, empresarios y demás interlocutores sociales vamos a seguir trabajando duro. Y lo vamos a hacer con la madurez que, ahora más que nunca, las circunstancias requieren.
La confrontación no es el camino. La crispación, lejos de ser la solución, es parte del problema.
Ahora que discrepancias aparentemente insalvables enturbian la política estatal, desde Canarias abanderamos que otro camino, el del diálogo, es necesario.
Hemos demostrado, con hechos, que los grandes acuerdos son posibles.
Así ha ocurrido con el trabajo conjunto que estamos llevando a cabo con el Gobierno del Estado; con la firma en Canarias del Pacto Social por la Economía y el Empleo; o, entre muchos otros, con el importante acuerdo alcanzado con cabildos y ayuntamientos.
No es tiempo de reproches, sino de soluciones. Trabajamos para ofrecer respuestas a los ciudadanos.
Aquí, en las Islas, hemos demostrado, con hechos, que esa tercera vía de diálogo, colaboración y acuerdos con sindicatos y empresarios es posible, y así lo hemos defendido recientemente ante el Gobierno del Estado y todos los presidentes autonómicos.
Lamentablemente, España es, hoy por hoy, el país que más empleo destruye de toda Europa. Pero, ante esta realidad, arremeter contra el Gobierno del Estado no es la receta que la situación requiere.
Hay que mirar hacia delante, y pedir que interlocutores sociales y partidos políticos coloquen la creación de empleo por encima de cualquier otro interés.
Y porque en Canarias lo hemos conseguido, estoy convencido de que lejos de la confrontación la tercera vía de los grandes acuerdos es posible.
Con esa vocación hemos trabajado en 2009, y así seguiremos durante el próximo año; un 2010 que nos traerá un primer semestre con claro acento europeo.
No se nos escapa que en las Islas algunos colectivos han optado por las movilizaciones. Gobierno y sindicatos compartimos plenamente el compromiso de garantizar la calidad de los servicios públicos sin subir los impuestos.
A la vista está, nos une más de lo que nos separa.
Por eso les animo a plantar cara a la crisis, no en la calle, sino en las mesas de trabajo.
Otros gobiernos han subido los impuestos: nosotros, ni lo hemos hecho, ni lo vamos a hacer.
Como la inmensa mayoría de los empleados públicos, creemos que se impone el realismo y, sobre todo, la corresponsabilidad. Por eso, aún con menos recursos, todos estamos trabajando para ofrecer más y mejores servicios.
La crisis está castigando a las economías familiares, al pequeño y mediano comercio, a los autónomos. Pero también a los ayuntamientos, a los cabildos y al Gobierno. De ahí que debamos volcarnos en afrontar la situación de la mano, y no a manotazos.
Seguiremos siendo flexibles en nuestras relaciones con agentes sociales y corporaciones locales, pero, eso sí, tremendamente firmes en la defensa de los recursos públicos, exigiendo justicia a la Justicia, respetando y exigiendo respeto.
Un año después, estamos un año más cerca del final de la crisis. Doce meses después, la agenda del Gobierno sigue volcada en las cosas que más nos preocupan: que se incremente la posibilidad de encontrar trabajo estable -o de no perderlo-; que los chicos reciban una formación que les abra las puertas a un empleo; que las familias con menos recursos tengan más fácil el acceso a una vivienda, o para mejorar la que ya tienen, o que cada vez haya que esperar menos para ser atendidos por la sanidad pública. Poder movernos por las Islas a precios más razonables, y sin ser los canarios quienes “paguemos los platos rotos” de la conflictividad en los aeropuertos.
En definitiva, doce meses después, las prioridades no han cambiado porque tampoco han cambiado las principales preocupaciones de los dos millones de ciudadanos que, dentro y fuera de nuestro Archipiélago, dan vida a este proyecto en común que protagonizamos los canarios de todas y cada una de las islas.
A todos, y especialmente a quienes han sido golpeados durante este último año por la violencia en cualquiera de sus despreciables manifestaciones, les hago llegar nuestro apoyo.
A quienes un año después siguen esperando noticias de aquellos que un día desaparecieron, de corazón les aseguro que no los olvidamos.
A todos, y especialmente a los vecinos de Tasarte, Fuencaliente o Mazo, y de otros municipios que han vivido un año especialmente difícil, quisiera trasladarles entereza e ilusión para afrontar un 2010 que puede ser como lo hemos soñado.
Sueños que tienen mucho que ver con este Gran Telescopio que desde La Palma mira al mundo, y hace que el mundo entero ponga sus ojos en la Canarias del siglo XXI.
Una realidad, la Canarias emergente, que no es un éxito de éste o aquel Gobierno, sino de quienes cada mañana, cada día, poniendo lo mejor de sí mismos hacen que Canarias avance, y que veamos nuestro futuro con la misma claridad con la que desde aquí pueden verse las estrellas.
Estamos haciendo juntos el camino en unos tiempos verdaderamente difíciles.
Contra viento y marea, estamos haciendo juntos el camino hacia un futuro que ya está aquí.
Esas dificultades, lejos de separarnos, nos están fortaleciendo y uniendo mucho más.
Créanme que vamos a trabajar duro para que 2010 sea como todos lo soñamos.
Feliz año.
G/Ac:Redacción /Acfi Press
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