TENERIFE/GENTE Y SOCIEDAD
Gomeraactualidad.com/Rosa Rodríguez / Santa Cruz de Tenerife.-El padre Antonio ha fallecido y con él se ha ido una peculiar manera de gestionar la atención a los ancianos en Tenerife. Los hogares Santa Rita I y Santa Rita II de Puerto de la Cruz se mantenían de milagro, pero daban cobijo a cientos de ancianos y trabajo a decenas de personas que ahora, a buen seguro, se quedan en el limbo administrativo.
Antonio María Hernandez llegó al sacerdocio después de pasar por varios trabajos, entre ellos los de carpintero, tapicero y hasta boxeador, carrera que abanodó, cuentan algunas fuentes, tras la muerte de un contrincante en un combate, para agarrarse a la iglesia católica. El padre Antonio se inició como sacerdote en Sudamérica y a su vuelta a Tenerife se hizo cargo de distintos proyectos para la construcción de varias iglesias y centros católicos hasta que se llegó al Hogar Santa Rita I, perteneciente al Obispado Nivariense, de asistencia a personas mayores. Años después creó la Fundación Hogar Santa Rita II, una fundación inscrita en el Gobierno de Canarias como una iniciativa para asistir y dar asilo a mayores con problemas de abandono y de solvencia.
La Fundación Santa Rita II ha estado regida directamente por el padre Antonio con los ingresos que aportan los propios ancianos (sus pensiones) y con ayudas de intituciones públicas y privadas. Su gestión ha sido duramente criticada incluso por los trabajadores del centro y hasta el edificio careció de licencia de construcción y apertura durante años.
Antonio María Hernandez llegó al sacerdocio después de pasar por varios trabajos, entre ellos los de carpintero, tapicero y hasta boxeador, carrera que abanodó, cuentan algunas fuentes, tras la muerte de un contrincante en un combate, para agarrarse a la iglesia católica. El padre Antonio se inició como sacerdote en Sudamérica y a su vuelta a Tenerife se hizo cargo de distintos proyectos para la construcción de varias iglesias y centros católicos hasta que se llegó al Hogar Santa Rita I, perteneciente al Obispado Nivariense, de asistencia a personas mayores. Años después creó la Fundación Hogar Santa Rita II, una fundación inscrita en el Gobierno de Canarias como una iniciativa para asistir y dar asilo a mayores con problemas de abandono y de solvencia.
La Fundación Santa Rita II ha estado regida directamente por el padre Antonio con los ingresos que aportan los propios ancianos (sus pensiones) y con ayudas de intituciones públicas y privadas. Su gestión ha sido duramente criticada incluso por los trabajadores del centro y hasta el edificio careció de licencia de construcción y apertura durante años.
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