“Al ser llamado no se encuentra en el servicio de urgencias” frío informe del hospital de ‘La Candelaria’ a la familia del joven gomero
Gomeraactualidad.com-es/Hermigua.-El Hospital ‘La Candelaria’ de Santa Cruz de Tenerife ha remitido el informe a la familia del joven gomero Juan José Gutiérrez Hernández, que apareció ahogado en una playa del municipio de Granadilla, tras haber desaparecido supuestamente de la zona de Urgencias de este centro hospitalario, al que había sido llevado por una ambulancia desde su Isla natal, tras haberlo prescrito así el médico de guardia en el Hospital ‘Nuestra Señora de Guadalupe’ de San Sebastián.
El informe, que llega unas semana después de la desaparición y posterior fallecimiento de Juan José Gutiérrez, incorpora según sus familiares un sola frase. “Al ser llamado no se encuentra en el servicio de urgencias”. La indignación familiar y las “profundas dudas” sobre el trato de “nuestro hermano en la Residencia” nos hacen pensar si “la mala organización del hospital de La Candelaria pudo haber sido la causa que ha producido la muerte de Juan José”.
Los hechos se remontan a finales del mes de febrero, cuando el joven gomero fue trasladado en ambulancia desde el centro hospitalario de la Capita de la Gomera con una urgencia psiquiátrica acompañado de un enfermero.
En el parte del facultativo se indica que “dado el antecedente de esquizofrenia paranoide del paciente, me he puesto en contacto con su psiquiatra y hemos decidido su traslado al hospital de La Candelaria”. Según este documento el enfermo se encontraba “deprimido y sin ánimos, pero consciente y orientado”. Los familiares del ahora fallecido, que advierten que en ‘La Candelaria ‘ se había avisado de la llegada del paciente, critican la falta de informaciones básicas del informe recibido en el que no aparece el nombre del sanitario que lo atendió al llegar y tampoco la hora en la que se dieron cuenta que Juan José ya no se encontraba en urgencias.
Las familia se pregunta la razón por la que no fue vigilado y atendido sobre la marcha así como ingresado en una habitación para suministrarle los medicamentos y cuidados necesarios. Otras de las cuestiones planteadas es la razón por la que en su momento se señaló ante la sugerencia de la familia de querer hablar el día de la llegada de Juan José a Santa Cruz con algún facultativo para conocer su estado de salud y se contestó que “todavía se estaba esperando por el médico cuando al día siguiente se nos confirmó que desde las tres de la tarde de ese día, a no se encontraba en el centro hospitalario”.
Por encima de todo ello, los familiares de fallecido, cuestionan también las razones por las que el Hospital no denunció a la policía que Juan José había desaparecido, máxime cuando “no era un paciente con un dolor de muelas, sino con una depresión grave y con brote de esquizofrenia paranoide”.
Francisco Gutiérrez Hernández, hermano del fallecido señala que “se me caen las lágrimas cada vez que me imagino lo que ha podido sufrir Juan José en la sala de espera de un hospital donde a lo mejor nunca tenía que haber ido”. Señala que “la noche anterior al trasladado, de repente le vino un fuerte dolor de cabeza, aunque hasta ese momento estaba mejor que nunca, ya que tenía su novia, atendía a su madre e incluso había comprado las papas para plantarlas con posterioridad”.
Francisco Gutiérrez indica que “el médico de La Gomera confirmó que no se encontraba bien como para dejarlo horas y horas tirado en una sala de espera”, quizá esa circunstancia le pudo aumentar la depresión. Es consciente que “ya no podemos recuperar la vida de mi hermano pero queremos depurar responsabilidades para que este caso no se repita nunca más y que no tenga que pasar ninguna familia por esta situación”.
El informe, que llega unas semana después de la desaparición y posterior fallecimiento de Juan José Gutiérrez, incorpora según sus familiares un sola frase. “Al ser llamado no se encuentra en el servicio de urgencias”. La indignación familiar y las “profundas dudas” sobre el trato de “nuestro hermano en la Residencia” nos hacen pensar si “la mala organización del hospital de La Candelaria pudo haber sido la causa que ha producido la muerte de Juan José”.
Los hechos se remontan a finales del mes de febrero, cuando el joven gomero fue trasladado en ambulancia desde el centro hospitalario de la Capita de la Gomera con una urgencia psiquiátrica acompañado de un enfermero.
En el parte del facultativo se indica que “dado el antecedente de esquizofrenia paranoide del paciente, me he puesto en contacto con su psiquiatra y hemos decidido su traslado al hospital de La Candelaria”. Según este documento el enfermo se encontraba “deprimido y sin ánimos, pero consciente y orientado”. Los familiares del ahora fallecido, que advierten que en ‘La Candelaria ‘ se había avisado de la llegada del paciente, critican la falta de informaciones básicas del informe recibido en el que no aparece el nombre del sanitario que lo atendió al llegar y tampoco la hora en la que se dieron cuenta que Juan José ya no se encontraba en urgencias.
Las familia se pregunta la razón por la que no fue vigilado y atendido sobre la marcha así como ingresado en una habitación para suministrarle los medicamentos y cuidados necesarios. Otras de las cuestiones planteadas es la razón por la que en su momento se señaló ante la sugerencia de la familia de querer hablar el día de la llegada de Juan José a Santa Cruz con algún facultativo para conocer su estado de salud y se contestó que “todavía se estaba esperando por el médico cuando al día siguiente se nos confirmó que desde las tres de la tarde de ese día, a no se encontraba en el centro hospitalario”.
Por encima de todo ello, los familiares de fallecido, cuestionan también las razones por las que el Hospital no denunció a la policía que Juan José había desaparecido, máxime cuando “no era un paciente con un dolor de muelas, sino con una depresión grave y con brote de esquizofrenia paranoide”.
Francisco Gutiérrez Hernández, hermano del fallecido señala que “se me caen las lágrimas cada vez que me imagino lo que ha podido sufrir Juan José en la sala de espera de un hospital donde a lo mejor nunca tenía que haber ido”. Señala que “la noche anterior al trasladado, de repente le vino un fuerte dolor de cabeza, aunque hasta ese momento estaba mejor que nunca, ya que tenía su novia, atendía a su madre e incluso había comprado las papas para plantarlas con posterioridad”.
Francisco Gutiérrez indica que “el médico de La Gomera confirmó que no se encontraba bien como para dejarlo horas y horas tirado en una sala de espera”, quizá esa circunstancia le pudo aumentar la depresión. Es consciente que “ya no podemos recuperar la vida de mi hermano pero queremos depurar responsabilidades para que este caso no se repita nunca más y que no tenga que pasar ninguna familia por esta situación”.
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